Luego de la durísima lección de fútbol propinada por los germanos, con el orgullo herido y una sensación de fracaso a cuestas, decidí ahogar las penas en el Paraná.
Asi fue que el domingo partí a eso de las 9 de la mañana con mi amigo Fran, rumbo al arroyo San Lorenzo. Salimos con mucho viento norte, y el cielo totalmente encapotado. No había ni una lancha en todo el río, estimo que en gran parte debido a que todos los canales climáticos anunciaban una tarde de lluvias.
A medida que navegábamos por Las Milongas, el cielo daba algunas señales de mejoría, llenándose de huecos entre las nubes, que nos regalaban un poco de luz y calor.
La altura del río, que ha bajado mas de dos metros desde que alcanzara los 5,50 mts en el verano, hace que la navegación tenga sus riesgos. Al llegar a la primer laguna, la que esta al lado del peaje, navegando cerca de la margen izquierda, golpeé con el motor contra algún objeto sumergido. Luego vi varias ramas que apenas asoman del agua en esa zona, por lo que hay que entrar con cuidado. A nosotros nos salvó el "sacrificio", esa bendita barra metálica que soporta los embates de la naturaleza, doblándose y liberando al motor de una
avería segura.
El resto del viaje transcurrió sin inconvenientes, entre mates y facturas, hasta llegar a la primer parada, un punto ya casi obligado para mi, Por el canal accesorio a la ruta, apenas pasando el canal San Lorenzo. Allí, amarrado en la costa, obtuvimos unas cuantas mojarras en media hora.
Cabe destacar la enorme cantidad de amarillitos diminutos, que picaban en los mojarreros todo el tiempo. Si bien intentamos utilizar un de ellos como carnada, no tuvo ningún éxito. Las mojarras, como siempre, son la carnada mas rendidora.
Una vez que tuvimos suficiente carnada para algunas horas de pesca, empezamos a probar distintos lugares y profundidades, dando con muchos doradillos, la mayoria entre 1 y 2 kilos. También obtuvimos varios amarillos, bagres, un pirá-pitá, y una palometa.
El día fue mejorando poco a poco, hasta el punto de quedarnos en remera, ya que el calor alrededor de las 3 de la tarde ya era importante. Si bien el viento impedía garetear, la caña que pescaba con boya tenía piques constantes, mientras que la otra, con 20 gr y sin boya, también picaba seguido.
De todas maneras, perdimos muchos piques, la mayoría de las veces los dorados "escupían" la carnada, dejando una bronca que se borraba al instante con el siguiente pique.
Ahora es cuestión de esperar... Esperar una semana para salir otra vez a pescar, un mes para volver a acampar, al verano para ver si esta bajante nos deja lagunas llenas de taruchas, y 4 años para el próximo mundial. Tiempo al tiempo, y mientras tanto, buena pesca!
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miércoles, 7 de julio de 2010
Pescar para olvidar
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EXELENTE FORMA DE TRATAR DE OLVIDAR EL MAL TRAGO DEL MUNDIAL, Y MUY BUENA LA NOTA!!
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR PONER LA PAG. EN LAS WEB AMIGAS, NOS MANTENEMOS EN CONTACTO. SALUDOS.
HORACIO FUNEZ.
Hola,
ResponderEliminarFelicitaciontes por la pezca!
Me podrias recomendar donde ir? por la milonga? o llegar hasta el puente?
Una vez en el canal de servicio convenie subir hasta el san lorenzo o mas aun?
Gracias de nuevo por lada, finde largo a pescar!!!
Javier
Hola Javier, mira, ultimamente con el frio hay que buscarlo un poco mas al pescado, por el canal de servicio, yo te diria que arranques a mitad de camino yendo al san lorenzo. De ahi para adelante hay muchos y muy buenos lugares.
ResponderEliminarBusca los pozones y correderas, que es donde hay mas actividad. Pero por sobre todo, no te quedes todo el dia en un lugar, salvo que ande muy bien. Movete hasta dar con el pez...
Abrazo!
Horacio, todo bien, para eso estan los amigos... :D
ResponderEliminarY es asi, las alegrias que no me da el futbol, me las da la pesca! jajaja!
Abrazo!